Los
venezolanos en Curaçao llevamos ya casi dos meses con el consulado cerrado por
una mudanza que nunca se ha terminado de concretar.
Hace más
o menos un mes, en un programa de opinión de la televisora local TV Direct,
Marisol Gutiérrez quien, hasta que exista una nueva designación, ocupa el cargo
de cónsul de Venezuela ante el gobierno de Curaçao, afirmó que el proceso de
mudanza estaba en la "última fase".
¿Qué quiso
decir la señora cónsul con "última fase"?
No
hablamos de la mudanza de un edificio de varios pisos que amerite el esfuerzo
de grandes equipos de personas por mucho tiempo. Tampoco hablamos del traslado
de un complejo laboratorio que requiera estrictos cronogramas o personal
especializado. Nos referimos a la mudanza de un número que va entre diez y
quince escritorios con sus respectivos equipos de computación. Hablamos de
reconectar dos, o tal vez tres sistemas. De acomodar algunos estantes.
¿Cuánto
tiempo puede tomar todo eso?
Existe
una experiencia previa que fue la mudanza del mismo consulado desde las
oficinas del Banco Industrial en Punda, hacia la anterior sede en Scharlooweg.
Ese trabajo se llevó a cabo en los primeros días de enero del año 2009 y se
hizo enteramente durante un fin de semana. Ni por un solo día se desatendió el
servicio que, por ley, están obligados a prestar.
Cuando
la cónsul de Venezuela en Curaçao Marisol Gutiérrez dice "última
fase", tal vez debemos entender nosotros "última prioridad".
Pues no existe ninguna evidencia que indique que la atención de los problemas
de los venezolanos en Curaçao sea importante para ella ni para su equipo.
Mientras
tanto, decenas de venezolanos no pueden renovar sus pasaportes y corren el
riesgo de perder su estatus legal en la isla. Más de treinta venezolanos
recluidos en el llamado "barak di ilegal" se vieron obligados a
organizar una huelga de hambre para llamar la atención de las autoridades
locales sobre su situación de salud y su derecho al asilo. Al menos ocho venezolanas, no documentadas, se encuentran en la prisión de mujeres de Curaçao
sin haber cometido delito alguno, porque no hay lugar para ellas en otros
espacios de detención. Miles de venezolanos tratan de producir dinero para
ayudar a sus familias en Venezuela, mientras escapan de la policía local cuando
debieran ser protegidos por su condición de refugiados.
Pero a
la cónsul de Venezuela nada de esto le quita el sueño. Su cargo le sirve para
vivir tranquilamente en la Casa Bolívar. Lejos del trauma que viven sus
compatriotas en las calles de Curaçao, pero más lejos aún del desastre que su
gobierno ha generado en nuestro país.
Si
nosotros no vamos a tener atención consular, usted tampoco debería tener el privilegio
de disfrutar, ni de la comodidad, ni de una seguridad que están asociadas a una labor que no está desempeñando.
Señora
cónsul Marisol Gutiérrez, los venezolanos que vivimos en Curaçao, en nuestra
condición de patronos del cargo que usted ostenta le pedimos: Abra el consulado
de Venezuela en la isla, o regrese usted a vivir en Venezuela bajo las
condiciones de miseria que su gobierno ha creado.
Total mente de acuedro
ResponderBorrarMas claro....imposible
ResponderBorrarQue hagan una rueda de prensa y explique.....lo inexplicable
No es que el consul.ya hablo por el tv y explicó que esta pasando..?? O será que alguien quiere meter a la derecha alli... pregunto...
ResponderBorrarLa gente no quiere declaraciones, quiere la renovación de sus pasaportes, quiere la tramitación de sus documentos, en fin, quiere que cumplan con el trabajo por el que se les paga. Punto.
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