Estos tiempos de Coronavirus, en los que la información oportuna y real cobra una importancia, literalmente, de vida o muerte, nos ofrecen una excelente oportunidad para reflexionar sobre el efecto social de las noticias falsas, las tan conocidas, Fake News.
Al igual que sucede con los virus, las noticias falsas necesitan de nosotros para propagarse y hacer daño a un grupo cada vez más grande de personas. De hecho, la similitud entre un virus como el Covid-19 y las “Fake News” es tal que, si nosotros pudiésemos cumplir a cabalidad con una serie de recomendaciones sencillas, ambos males desaparecerían en corto tiempo de nuestras vidas.
Es nuestra responsabilidad, al igual que lo es cumplir una cuarentena, o lavarnos las manos, el revisar las informaciones que nos llegan o, al menos, esperar a que una fuente "confiable" las publique, antes de propagandas nosotros por las redes sociales.
Todos recordamos la fábula del niño que se dedicaba a mentir gritando por ayuda, a todo el pueblo, por la llegada del lobo, hasta que en un cierto momento el lobo llega de verdad, el niño pide ayuda, pero ya nadie viene a ayudarlo.
Del mismo modo, los lobos de nuestro mundo real, llámense dictaduras, pandemias, o simples malos gobiernos, se benefician claramente de la caída en la credibilidad de los medios de comunicación y las redes sociales. La mejor forma de ocultar una mala noticia sobre cualquiera de ellos, es esparciendo muchas otras malas noticias que, con el tiempo, se desmientan. De ese modo, la gente común terminará pensando que, si algunas de las cosas que se dicen son falsas, tal vez todas lo sean.
Muchos de nosotros nos apresuramos a veces para ser los primeros en replicar una noticia impactante. Sin embargo, no nos damos cuenta de que, al hacerlo sin una verificación adecuada, podríamos estar contribuyendo a aumentar el escepticismo sobre las noticias reales. Esas que nosotros queremos que se conozcan en todos los rincones.
Otro aspecto importante para tener en cuenta con los llamados “Fake News”, es el efecto emocional que causan en nosotros mismos. Cada vez con más frecuencia nos encontramos con noticias demasiado terribles, o demasiado buenas, que más tarde, cuando resultan ser falsas, nos generan un terrible desgaste emocional.
Esta depresión va reduciendo nuestras ganas de mantenernos informados y, cuando las sociedades se desconectan de las noticias, las calamidades y los líderes irresponsables, son los que salen ganando.
Una sencilla y sana medida para mantenernos alejados de las noticias falsas es tener un conjunto de fuentes reducido. Esto no quiere decir que no podamos recibir información de miles de procedencias a lo largo del día. Quiere decir que deberíamos esperar a que una de nuestras fuentes “responsables” lo publique para hacernos eco de lo escrito.
Hacerse con una lista de autores confiables no es sencillo. Requiere ejercitar la memoria a fin de no olvidar cuando un medio, o un periodista, nos dice algo que resulta ser falso. Muchas veces nos enganchamos emocionalmente a ciertos autores porque nos gusta el tipo de noticias que dan. Porque dicen lo que queremos oír. Personas que, muchas veces, ganan su popularidad porque son las primeras en hacer las denuncias y las que lo hacen con mayor impacto. Sin embargo, es nuestra responsabilidad en esos casos decidir si queremos escuchar historias que nos complazcan, que nos impacten, que nos lleven por un mundo fascinante, pero irreal o, por el contrario, queremos saber las verdades tal como son.
Si no queremos que el desgaste emocional nos aparte de lo que nos interesa, si queremos que otras personas crean en lo que para nosotros es real, si no queremos que las epidemias, o nuestros adversarios políticos ganen terreno, debemos ser doblemente cuidadosos a la hora de propagar las noticias, ya que, al igual que le sucedió al niño pastor de la historia, las mentiras siempre favorecen al lobo.
Excelente reflexión. Lo de Pedro y el lobo es muy acertado. Tenemos ese reto por delante y hay que lidiar con la emoción, porque si la noticia falsa coincide con lo que pensamos o lo que aspiramos es posible que olvidemos todas nuestras herramientas y caigamos ..otra vez.. Hay que seguir insistiendo hasta que se instale definitivamente en nuestra consciencia Gracias y besos. Felicitaciones primo
ResponderBorrarCompletamente de acuerdo Hermano, debemos siempre corroborar fuentes antes de circular informacion por cualquier medio, es nuestra responsabilidad no crear caos o falsas esperanzas sea cual sea el tema a tratar, más en estos momentos de tanta incertidumbre por el tristemente famoso tema del Coronavirus. Exitos Alfredo. Saludos
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